- ¿Qué es la cosidad? –dijo la Maga.

- La cosidad es ese desagradable sentimiento de que allí donde termina nuestra presunción empieza nuestro castigo. Lamento usar un lenguaje abstracto y casi alegórico, pero quiero decir que Oliveira es patológicamente sensible a la imposición de lo que lo rodea, del mundo en que se vive, de lo que le ha tocado en suerte, para decirlo amablemente. En una palabra, le revienta la circunstancia. Más brevemente, le duele el mundo.


martes, 28 de febrero de 2012

El profeta (I)







El mar, que llama todo hacia su seno, me llama ahora a mí, y debo embarcarme. Porque quedarse aquí, aunque las horas ardan en la noche, es helarse, cristalizarse, quedar preso en un molde. Gustoso llevaría conmigo todo cuanto hay aquí, pero ¿cómo llevármelo? Una voz no puede llevarse consigo la lencua y los labios que le prestaron alas. 




[Jalil Gibrán]

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