En noches como ésta
los balances no ayudan demasiado.
Los recuerdos te escupen a la cara
y desde algún lugar del corazón
te arrojan trapos sucios.
No grites. A estas horas
no ha de escucharte nadie.
Sería preferible
que a golpes de martillo
desclavaras tu culpa de las cosas que amas.
No busques una excusa para retroceder
ni pongas esa cara de perro apaleado.
La noche te ha elegido y eso es todo.
Sabes que no hay salida de emergencias.
[Katy Parra]
absolutamente maravilloso.=)
ResponderEliminarMe alegra que te guste :)
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